Una correcta gramática es fundamental para que una empresa de buena imagen e impresión al público. Los errores de escritura pueden llegar a costar millones de euros.

Imagina que quieres trabajar en una empresa de proyección internacional. Mandas tu currículum y, a los pocos días, recibes respuesta. En ella, hay un archivo adjunto con algunos datos de importancia: tipo de contrato, horas a trabajar, salario, vacaciones, etc. Lo abres y comienzas a leer cuando, por ejemplo, ves la palabra ‘trabajar’ escrita con ‘v’. Te sangran los ojos y decides cerrar el PDF, el correo electrónico y enterrar todo lo que tenga que ver con dicha empresa.

Las faltas ortográficas resultan un serio problema en la escritura española. La confusión de letras que tienen un sonido prácticamente igual, como por ejemplo la ‘b’ y la ‘v’, es una de las grandes causas de errores gramaticales. La ‘h’, las tildes, la ‘g’ y la ‘j’, los tiempos verbales… un sinfín de elementos gramaticales que generan problemas a la hora de escribir a más de la mitad de la población de nuestro país.

A nivel empresarial

La escritura está en todos los planos de nuestra vida pero, sobre todo, en el laboral. Es uno de los pilares fundamentales de una empresa, pues la mayor parte de la comunicación se produce a través de correo electrónico para que, precisamente, quede todo por escrito. Es por esto que las faltas de ortografía pueden llegar a suponer un problema muy grave para una compañía, ya que la escritura es lo que transmite la profesionalidad, seriedad y buena imagen.

Lo cierto es que no son buenos tiempos para la gramática, ya que con el auge de las redes sociales cada vez se utilizan más abreviaturas o se omiten palabras. Un estudio realizado por la BBC demostró que una falta ortográfica puede suponer la pérdida de millones de dólares para una empresa. Tanto es así, que puede reducir las ventas de la compañía hasta un 50%, destruir las relaciones con los clientes o perder una oportunidad de trabajo.

Las faltas pueden suponer inquietantes si nos encontramos en un sitio de dudosa reputación o fiabilidad. En cualquier caso, el tiempo de decisión de permanencia o abandono de una página web es de seis segundos. Un error gramatical puede ser decisivo para dicha determinación.

Por otro lado, a nivel personal, las faltas ortográficas presuponen una dificultad extra para avanzar profesionalmente. Un estudio realizado por Grammarly demostró que las personas que no consiguieron acceder a puestos directivos tuvieron 2.5 veces más faltas ortográficas que los que sí ascendieron.

Cultura de la empresa

Es el responsable de Recursos Humanos de una empresa quien debe cuidar de la ortografía de una empresa. Lo hace a través de dos maneras:

  • A la hora de contratar personal.
  • Internamente, organizando los equipos de trabajo y los ascensos.

Una gramática correcta siempre da una impresión favorable y, por ello, hay que cuidarla siempre.

Herramientas autocorrección

Este tipo de aplicaciones parecían la solución al problema pero han acabado dando más problemas. Hay que tener en cuenta que el objetivo de este tipo de instrumentos es escribir más rápido, no que recaigamos en la importancia de la ortografía.

Un ejemplo de ello es la sustitución de una palabra mal escrita por otra. En la mayoría de ocasiones, el término que la propia aplicación pone en sustitución, no tiene nada que ver con la que queríamos poner. De esta manera, si el texto no es revisado antes de enviarlo, acabamos diciendo algo que no queríamos.

 Internet

A día de hoy, hasta un comunicado oficial de un gobierno puede contener faltas ortográficas. Antes había un proceso de edición y revisión de textos que evitaba que se publicase cualquier desliz pero ahora con la velocidad de Internet es prácticamente imposible controlar todos los errores posibles.

Aunque las redes sociales tengan una línea más flexible en cuanto a la ortografía, es igual de importante cuidar la gramática que utilizamos. A pesar de que los mensajes sean efímeros, el contenido corre como la pólvora y se queda ahí para siempre.